Las nubes poseen un importantísimo papel como reguladoras del tiempo y del clima. Uno de sus principales efectos es su interacción con la radiación solar y terrestre, absorbiendo y dispersando parte de ella, controlando así la cantidad de radiación que llega a la superficie de la Tierra.
A pesar de su enorme importancia, aún hoy existe un gran desconocimiento sobre su efecto, siendo una de las principales fuentes de incertidumbre en los estudios de cambio climático y en las previsiones climáticas futuras. La observación más frecuente de las nubes se realiza desde estaciones en la superficie terrestre y desde satélite. Sin embargo, apenas hay información sobre los procesos que ocurren en su interior. Por ello, nuestra línea de investigación en Meteorología explota una tecnología de vanguardia como son los drones, para medir el campo radiativo no sólo por debajo y por encima de una nube, sino dentro de ella, con el objetivo de aportar información que nos ayude a comprender mejor los procesos que sufre la radiación en el interior de las nubes.
Con este objetivo realizamos vuelos teletripulados en la baja troposfera (hasta 5 km de altura) tomando medidas de radiación a diferentes alturas, por debajo, dentro y por encima de nubes bajas.